PAUL PIETSCH
"Rennbaby", o "el piloto niñato"
Paul nació el 20 de junio de 1911 en Freiburg im Breisgau (Alemania).
Paul fue otro de los hombres de Auto Union en 1935, Paul fundó la casa editorial que edita una de las principales publicaciones del deporte del automóvil. Tras la segunda guerra mundial.
Retorna al automovilismo deportivo, y está presente en uno de los primeros Grandes Premios puntuables de Fórmula 1 de la historia, el XXIº Gran Premio d'Italia (Monza, 3 de septiembre), con un Maserati 4CLT inscrito de forma privada, que portaba el dorsal número 28.
El estado del monoplaza era tan precario, que entre los veintisiete pilotos inscritos sólo consiguió clasificarse en el último lugar. El día de la carrera, un soleado tres de septiembre, se vio obligado a abandonar al ver como su motor se rompía en la misma línea de salida, viendo como los Alfa Romeo 159 triunfaban en todo Farina (victoria) y Fangio (pole y vuelta rápida).
Ello seguramente le llevó a decidir que en su segunda participación de un Gran Premio debería hacerlo con un Alfa Romeo 159, y así en Nürburgring en 1951 participó con piloto oficial de Alfa Romeo, logrando ser séptimo en los entrenamientos. Pero el día de la carrera otra vez más se vio obligado a abandonar por problemas mecánicos, en esta ocasión Alfa Romeo sólo obtuvo la vuelta rápida, con Juan Manuel Fangio.
Su tercera y última participación en Fórmula 1 fue en el Gran Premio de Alemania de 1952, con un Veritas Meteor 6, en el que fue nuevamente séptimo en los entrenamientos, pero en carrera se vio nuevamente obligado a abandonar por problemas mecánicos, rotura de la caja de cambios.
Paul falleció el 31 de mayo de 2012 en Titisee-Neustadt, a los cien años de edad.
CENTENARIO
Paul Pietsch se convirtió en el primer y único piloto centenario que
ha participado en carreras de Fórmula 1.
Paul marca así un record a pesar de que en su época en activo
nunca ganó una carrera o ni siquiera alcanzase la zona de puntos.
Paul pilotó para Alfa Romeo y Maserati en las primeras carreras del
campeonato del mundo de Fórmula 1 de la era moderna.
Irónicamente el apodo del piloto centenario fue "Rennbaby", o "el piloto niñato" por su juventud al llegar a la competición, siendo el
benjamín de la parrilla durante varios años.
Su carrera deportiva se estancó debido a la falta de recursos
financieros y fundó una editorial para impulsarla de nuevo, "quería
volver a correr. Teníamos que conseguir la financiación de alguna
manera, mediante algún tipo de venta. Me dije a mí mismo que
podría vender mis conocimientos sobre el deporte del motor", dijo al
diario FAZ.
La última vez que habló con Auto Motor und Sport, los periodistas le
comentaron su excelente estado a pesar de la edad, y le
preguntaron porqué no usaba un bastón o un audífono, a lo que
respondió: "eso es cosa de viejos". Genio y figura.