JUAN MANUEL FANGIO

Juan Manuel Fangio by Muneta & Cerracín

Juan Manuel nació el 24 de junio de 1911 en Balcarce (Argentina). Fue el cuarto de seis hijos de unos inmigrantes de origen italiano. Comenzó como aprendiz en un taller mecánico, y tras finalizar el

servicio militar decidió preparar un

coche para participar en una carrera en carretera, ayudándole uno de sus hermanos, tomandp asi su primer contacto con el mundo de la competición a la edad de veinticinco años. Dos años más

tarde trabaja en un coche de carreras con un motor Ford V8 preparado por él, obteniendo algunas victorias que le animan a inscribirse en las carreras argentinas más relevantes.

Como el Gran Premio Internacional del Norte, 10.000 kilómetros a través de América del Sur atravesando la cordillera de los Andes, con salida en Buenos Aires.

Esto sucede en 1940, y aunque corren los mejores, como los hermanos Gálvez, Juan Manuel obtiene la victoria con un Chevrolet. Tras la guerra, en 1946 llega al poder Perón y vuelven los días de

esplendor.

Ese año construye un monoplaza con motor Chevrolet, con el que triunfa. En 1948, el Automóvil Club le ofrece un Maserati de 1500 cc con compresor.

A los 37 años fue la gran revelación de la temporada automovilística en Argentina, que se organizaba en enero y febrero de 1948 por el presidente Perón.

Juan Manuel, junto con los hermanos Gálvez, es elegido por el Automóvil Club Argentino para enfrentarse a los mejores pilotos europeos.

Amadée Gordini le invita a participar en el Gran Premio de Francia, en Reims, en 1948. 

Juan Manuel Fangio by Muneta & Cerracín

Tras el éxito alcanzado, el gobierno llevó a Buenos Aires un buen plantel de

corredores europeos, construyéndose en un parque de Buenos Aires

un autódromo, en enero de 1949 se disputa en él el Primer Gran Premio de La Argentina.

En los entrenamientos del certamen encuentra la muerte Wimille; Juan Manuel no termina la carrera pero, en cambio, gana en Mar del Plata.

Sus éxitos y los de su amigo Benedicto Campos

les valen un viaje para Europa con dos Maserati. La primera carrera se disputa  en abril, en San Remo. Juan Manuel gana ésta y otras seis

en el transcurso de la temporada.

Alfa Romeo, que vuelve a la competición para hacerse con el campeonato del mundo, le ofrece un puesto en su equipo oficial con Farina y Fagioli.

El equipo de las tres F, que corre con el Alfetta creado en 1937 por el ingeniero Colombo y que, muy mejorado, seguía sin serios rivales.

En 1950, en Mónaco. Al comenzar la carrera se produce una carambola, Farina derrapa y nueve coches chocan entre sí, quedando fuera de carrera; Juan Manuel sortea los vehículos, y gana. Triunfa también en Spa, en Reims y en Ginebra, pero finaliza en segundo lugar del Mundial tras Farina.

Juan Manuel Fangio by Muneta & Cerracín

En 1951, Alfa aumenta la potencia del Alfetta hasta los 400 cv para

competir con el Ferrari de 4.500 cc. Ascari con un Ferrari, gana el

último Gran Premio, Alemania, pero Juan Manuel, que había vencido en Barcelona, Berna y Reims, es el campeón mundial.

1952 es adverso él. Alfa Romeo se retira y el único monoplaza en lapista será el Ferrari.

Por lo que la mayor parte de los constructores deciden participar en

F2 (de 2 litros de cilindrada), los únicos que se mantienen en Fórmula 1 son los ingleses, que no terminaron una sola carrera esa temporada.

Como resultado de un accidente Juan Manuel  se produjo una fractura en la vértebra cervical y estuvo escayolado varios meses. En 1953 el Ferrari de 2 litros no tiene rival. Juan Manuel corre con Maserati, su única oportunidad llega en Monza cuando Ascari, en la última curva, se sale de la pista.

También corrió con Gordini y en la categoría sport, en la que obtuvo una sonada victoria en la carrera Panamericana, con un Lancia 313, y un segundo lugar en las Mil Millas, con un Alfa Romeo.

En 1954 Mercedes preparó su vuelta a los circuitos coincidiendo con un nuevo cambio de fórmula, 2.500cc sin compresor. Mercedes tenía previsto iniciar su participación en el Gran Premio de Francia, por lo que Juan Manuel, tuvo que empecomenzar la temporada con Maserati, con el cual ganó los Grandes Premios de Argentina y de Bélgica. Triunfó en Reims, delante de su compañero Kling y de Manzon de Ferrari, con una vuelta menos.

Mercedes triunfa en su reaparición, por lo que Juan Manuel venció también en Alemania, en Suiza y en Italia, obteniendo su segundo campeonato.

Repitiendo en 1955. Triunfó en Argentina, donde sufre quemaduras

de segundo grado; queda segundo en las Mil Millas, tras Moss.

En la catástrofe de las 24 horas de Le Mans, consiguió pasar sin un

rasguño por entre los hierros retorcidos y los coches enloquecidos

que corrian en todas direcciones. Ganó en Holanda y fue segundo

en Inglaterra. Cierra la temporada con una victoria en Monza. Tras

dos temporadas triunfales, Mercedes abandona las competiciones.

En 1956 Fangio ficha con Ferrari y triunfa en el Gran Premio de

Argentina, en Silverstone, en Nürburgring y en Monza, 

proclamándose por cuarta vez campeón del mundo.

El quinto título lo consiguió espectacularmente en 1957. Pasando a Maserati, y ganando en Argentina, en Mónaco, en Portugal y en Francia.

Faltaba una victoria. En Nürburgring cuando faltaban sólo ocho

vueltas para terminar, parecía derrotado, los Ferrari de Hawthorn y

de Collins le llevan 48 segundos de ventaja. Juan Manuel pasó al ataque, en una sola vuelta, recorta doce segundos. Al poco rato ya está tras ellos y los pasa, termina la carrera con una ventaja de tres

segundos sobre Hawthorn.

En 1958 no se comprometió con ningún constructor, sin anunciar su retirada. El 23 de febrero, durante los entrenamientos del Gran Premio de Cuba, es secuestrado durante dos días por los castristas, para llamar la atención sobre su movimiento. Maserati abandona la competición y Fangio decide correr en Indianápolis, le ofrecen un monoplaza sin posibilidades y no participa. En Monza ocurre igual. Participa en el Gran Premio de Francia, con un Maserati cuya puesta a punto es bastante deficiente, y termina cuarto. Juan Manuel decide renunciar definitivamente a las carreras a los 47 años de edad.

Juan Manuel falleció el 17 de julio de 1995 en Balcarce (Provincia de Buenos Aires).

Juan Manuel Fangio by Muneta & Cerracín

EL SECUESTRO DE JUAN MANUEL

La siguiente historia parece extraída del guion de una película, tanto

es así, que un buen día pasó a conformar el guion de la película

“Operación Fangio”:

Cuando Juan Manuel sintió el contacto del arma alzó los ojos y vio a un hombre joven y pensó que se trataba de una broma, y sonrió.

El secuestrador tragando saliva susurró: “en nombre del Movimiento 26 de Julio, sígame”.

uan Manuel, al no estar al corriente de la política cubana, no sabía de que hablaba, pero vio oscilar peligrosamente su arma, el secuestrador temblaba de pies a cabeza.

Sus amigos también creían que se trataba de una broma.

Tardaron algún tiempo en darse cuenta de que algo no marchaba bien.

El secuestrador apartó la pistola de Juan Manuel y se volvió hacia sus amigos. “Cuatro ametralladoras están afuera apuntándoles. No

intenten abandonar el hotel en menos de cinco minutos o llenarán la

acera de cadáveres” Se le llevó a empujones hasta el exterior sin

dejar de encañonarle.

Juan Manuel Nada podía hacer. Se encontraba demasiado sorprendido para tener miedo. Cuando llegaron a la calle guardó el arma en un bolsillo sin dejar de apuntarle. Le indicó un coche que esperaba con el motor en marcha. Alguien estaba al volante y otros esperaban vigilando.

Una vez dentro le indicaron: “Sentimos tener que molestarle, señor

Fangio, pero si se está quieto nada le ocurrirá. ¿Sería usted tan

amable de ponerse estas gafas de sol y esta gorra?”. Las gafas le

apretaban. “Si no es pedir demasiado, caballeros, quisiera saber

cuál es la razón de todo esto” preguntó. Le indicaron que el

Movimiento 26 de Julio, era la organización política de Fidel Castro.

“Será nuestro huésped, y se le tratará con respeto. Mañana no

tomará la salida en el GP. Después de celebrado, le liberaremos.

Tenemos intención es llamar la atención del mundo, sobre nuestra

organización, ¿Está claro?”.

Juan Manuel recobró la tranquilidad, ya que si le pasaba algo iría en detrimento de la causa de Castro.

A la mañana siguiente, le sirvieron un copioso desayuno, seguido de

una excelente comida, por la tarde escuchó las noticias de la radio

acerca del GP. Su monoplaza salió hasta la línea de salida, su manager lo mandó llevar para protegerle en caso de que pretendieran acusarle de incumplimiento de contrato. Así invocaría la cláusula de ausencia por fuerza mayor. Trintignant ocupó su lugar con el Maserati. Cenó con un pequeño grupo de conspiradores.

“Tendremos un gran honor en volver a recibirle señor Fangio

cuando Cuba se haya librado del régimen de Batista”.

Tras cenar emprendieron la marcha. En un momento dado, vieron a

dos policías, uno de ellos pidió un fósforo. Mientras explicaba Juan

Manuel que no fumaba, uno de sus ángeles guardianes sacó una

cerilla y le dio fuego. No ocurrió nada. A las diez de la noche

llegaron a la embajada argentina. Uno de los raptores insistió en

acompañarle hasta la misma puerta, diciéndole: “Está usted libre.

Excúsenos por haberle causado tantas molestias...”. Era un

secuestrador encantador y original. Entró en la embajada vigilada

por policías de paisano, no le reconocieron, encontró a Giamba, su

manager, que casi le estrangula con un abrazo emocionado. Corrió

a un teléfono y muy pronto pudo hablar con Andreína, su mujer, que

aguardaba ansiosamente en Buenos Aires.