VIIº Grand Prix du Maroc
El piloto británico Stirling Crawford Moss fue el vencedor del VIIº Grand Prix du Maroc, un soleado 19 de octubre de 1958 en el trazado del circuito urbano de Ain-Diab (53 vueltas x 7,62 kms = 403,75 kilómetros), tras partir desde la segunda plaza de la parrilla de salida, a la estela del Ferrari de Mike Hawthorn.
En esta ocasión John Michael Hawthorn se proclamó Campeón del Mundo.
Esta fue la décima victoria de Stirling Moss, que tuvo aqui su día de gloria y frustración, ya que con esta victoria se despidió de sus opciones de ser campeón del mundo.
Cuarta y última pole position, el decimoctavo y último pódium, y el 45º y último Gran Premio de Mike Hawthorn.
50º Gran Premio de Jean Behra de la escudería Owen Racing Organisation a los mandos de un BRM P25.
Novena y última victoria, decimotercer y último pódium, y sexta y última vuelta rápida de la escudería Vanwall (Vandervell Products Ltd).
Pole position (2' 23,1'', a un promedio de 191,65 kmh) y segunda posición (a 1m 24,7s del líder) del piloto británico John Michael Hawthorn con la Scuderia Ferrari pilotando un Ferrari D246 - Ferrari 143 V6.
Por la escasa competitividad de sus monoplazas diversos pilotos inscritos no alcanzaron a calificarse para disputar la prueba. Entre ellos se encontraban Paul Eemery (Emeryson - Alta), Jean-Claude Vidilles (Cooper - Climax), Keith Hall (Lotus - Climax) y Jean Kerguen (Porsche).
Aunque en Marruecos ya se había disputados Grandes Premios en el pasado, esta era la primera que se celebraba que fuera puntuable para el campeonato del Mundo de Fórmula 1. Era la última carrera de la temporada, pero aun no estaba vendido todo el pescado.
Mike Hawthorn partía con una considerable ventaja y las opciones de Moss eran escasas.
El Dino 24 de H6 de Mike Hawthorn había sido dotado de un nuevo motor de 2.474 cc, que exprimía el límite de los 2.5 litros ligeramente por encima del anterior.
Para arrebatar el campeonato a Mike, Stirling debía inexcusablemente vencer, obtener la vuelta rápida y que su más directo rival no fuese segundo.
Aunque la pole fue para el de Ferrari, Moss comandó la carrera con autoridad desde el inicio, mientras que Brooks se defendía con uñas y dientes de los ataques de Hawthorn, que pensaba en ese momento que se le esfumaba “su” título. No obstante Tony Brooks rompió una biela, por lo que el sueño de Moss, en el 29º giro, se esfumó.
Lamentablemente a una escasa docena de vueltas para el final de la prueba, la desgracia se volvió a cebar con la Fórmula 1.
El Vanwall VW5 de Stuart Lewis-Evans, tras sufrir un accidente, se incendia. El desafortunado piloto salió del monoplaza convertido en una antorcha humana corriendo despavorido, pero en dirección opuesta a las asistencias.
Stuart fallece a causa de las quemaduras, siendo el cuarto piloto que perdía la vida esa misma temporada.