XXXIº Gran Premio d'Italia
Gran día para la Scuderia ante un público entregado al copar los tres escalones del pódium.
El piloto norteamericano Philip Toll Hill de la Scuderia Ferrari con su Ferrari D246 - Ferrari 155 V6 fue el vencedor del XXXI Gran Premio d'Italia, un soleado 4 de septiembre de 1960 en el trazado del Autodromo Nazionale di Monza, circuito permanente de Milán (50 vueltas x 10,0 kms = 500,0 kms), tras partir desde la primera plaza de la parrilla de salida, escoltado por sus compañeros Richie Ginther y Willy Mairesse.
Esta fue la primera victoria, así como la primera pole position del estadounidense Phil Hill.
Primer y único pódium del belga Willy Mairesse de la Scuderia Ferrari con otro Ferrari D246 - Ferrari 155 V6.
Primer pódium del norteamericano Richie Ginther de la Scuderia Ferrari con otro Ferrari D246 - Ferrari 155 V6.
La cruz de la moneda fue a parar a manos del esforzado piloto británico Horace Gould que lamentablemente no pudo estar presente en la parrilla de salida por adolecer de problemas en el conducto de canalización de aceite de su Maserati 250F - Maserati 250F1 L6, que había inscrito a título privado.
Tigésima victoria de la Scuderia Ferrari y de un propulsor Ferrari.
En esta ocasión tres monoplazas de Ferrari partieron desde la primera línea de la parrilla de salida, y finalmente fueron tres los pilotos de la Scuderia Ferrari los que subieron al pódium italiano.
Los organizadores de este Gran Premio de Italia optaron por utilizar las curvas peraltadas de Monza, que permitían promedios muy superiores a los 200 kmh, por lo que, con el título ya decidido, las escuderías británicas optaron por boicotear la cita al cuestionar la seguridad del circuito. Y seguramente no les faltaba razón como se demostró en temporadas sucesivas, aunque ciertamente no eran los constructores británicos los más fervientes defensores de la seguridad como demostraban sus monoplazas.
Así, con la ausencia de los principales rivales ingleses, la Scuderia rivalizaba con los Cooper T51 de la Scuderia Castellotti y de la Scuderia Centro Sud. Ante la reducida nómina de pilotos inscritos la participación se amplió a monoplazas de Fórmula 2, permitiendo la inscripción también de los Porsche 718 oficiales y el Porsche Behra de Camoradi International.
La expectación la proporcionaba la nueva creación de los ingenieros de Maranello con Carlo Chiti al frente. En Monza tomaba la salida el Ferrari 156P, con motor trasero igual que sus adversarios británicos y en una línea de chasis que asemejaba más a ellos que a sus propios precursores, en contra de las convicciones del Commendatore.
El 156P derivaría en el 156 con motor trasero de 1961, que llevó a Ferrari al lugar relevante el que era merecedora la Scuderia.
La potencia de los Ferrari en un circuito de velocidad puro como el Autódromo de Monza no fue cuestionada en las sesiones de calificación. Phil Hill compartió la primera fila de la parrilla de salida con Richie Ginther y Willy Mairesse…
… y así finalizaron los tres, cruzando por este orden la línea de meta, suponiendo la primera y única victoria de Ferrari en la temporada, y además con un triplete. Ah! Y el quinto clasificado fue el Ferrari 156P de Wolfgang Von Trips.
Los monoplazas rojos no acudirán al trazado de Riverside para disputar el último Gran Premio de la temporada, así que por eliminación, la obtenida en Monza por Phil Hill con el “246” quedó registrada como la última victoria obtenida por un monoplaza de Fórmula 1 con motor delantero.
Pódium:
- Phil Hill con su Ferrari (2h 21m 9,2s, a un promedio de 212,54 kmh).
- Richie Ginther con otro Ferrari (a 2m 27,6s).
- Willy Mairesse con un Ferrari a una vuelta.