XLVIIIº Grand Prix de l'ACF
El estadounidense Daniel Sexton Gurney piloto de la escudería germana Porsche System Engineering a los mandos de un Porsche 804 - Porsche 753 F8 fue el vencedor del XLVIIIº Grand Prix de l'ACF, el domingo 8 de julio de 1962 en el trazado de Rouen-les-Essarts (54 vueltas x 6,54 kms = 353,23 kilómetros), tras partir desde la sexta plaza de la parrilla de salida, a la estela de Jim Clark, Graham Hill, Bruce McLaren, Jack Brabham y John Surtees.
Esta fue la primera victoria de Daniel Sexton Gurney con un Porsche 804, Primer pódium del piloto sudafricano Anthony Francis O'Connell Maggs con su Cooper - Climax, y Primera y única victoria de la escudería Porsche. 50º pódium de un motor Climax.
El piloto británico Norman Graham Hill de la escudería Owen Racing Organisation a los mandos de un BRM P57 - BRM P56 V8 fue el autor de la vuelta rápida, al realizar un registro de 2' 16, 9'', a un promedio de 172,032 kmh, en el 32º giro, cuando trataba de recuperar la primera posición. Lamentablemente una inoportuna avería le llevó a abandonar en la 44ª vuelta.
Segunda pole position del piloto escocés Jim Clark, séptima pole de la escudería Lotus, decimoctava de un motor Climax, al haber rodado en 2 minutos 14,8 segundos, a un promedio de 174,712 kmh. Lamentablemente el piloto escocés se vio superado en la salida por Graham Hill y John Surtees, para posteriormente verse obligado a abandonar en la trigesimocuarta vuelta cuando marchaba en primera posición.
El Gran Premio francés se celebró nuevamente en Rouen, circuito a donde no regresaba la Fórmula 1 desde 1957. En esta ocasión Ferrari no participaba en la prueba, por lo que el líder del campeonato, Graham Hill, podría distanciarse en la clasificación al Hill (Phil) de Ferrari.
Volvían a copar la primera fila de la parrilla de salida Jim Clark (Lotus), Graham Hill (BRM) y Bruce McLaren (Cooper). En la segunda fila, Jack Brabham (Lotus 24 privado) y John Surtees (Lola). La tercera fila la configuran Dan Gurney (Porsche) y los Lotus privados BRP de Masten Gregory e Innes Ireland, Dan con motor BRM y Masten con Climax V8.
A la salida las posiciones quedaron de la siguiente forma: Graham Hill, John Surtees, Jim Clark, Bruce McLaren y Jack Brabham, pero uno a uno los de cabeza van cayendo. Primero es Bruce quien realiza un trompo con su Cooper T60 en la décima vuelta, y debe pasar por boxes para reparar los desperfectos. Reemprende la marcha, y gracias a los numerosos abandonos que se producen obtiene unos preciosos puntos. Por su parte Jack abandona con problemas en la suspensión de su Lotus 24. Tras ellos es John Surtees sufre un fallo en la bomba de combustible, y cuando regresa a la pista, lo hace en octava posición y ya sin opciones. Graham por su parte marchaba en pos de su segundo triunfo de la temporada, lo que le situaría en clara ventaja para conquistar el título al final de la temporada.
En la 29ª vuelta el Cooper T53 privado de Jackie Lewis, doblado ya, sufre un problema de frenos golpeando al entonces líder de la carrera. Graham pierde la primera posición en favor de Jim Clark, pero el escocés se detiene sólo tres vueltas más tarde ya que la suspensión de su Lotus 25 le obliga a ello. Graham esta nuevamente en cabeza, pero con su BRM P57 pierde ritmo vuelta a vuelta, abandonando definitivamente a falta de diez para la conclusión.
Gracias a tanto golpe de efecto Dan Gurney se “encontraba” así con su primera victoria en la Fórmula 1, dando a la escudería germana el único triunfo de su historia en el campeonato, con un Porsche 804.
El sudafricano Anthony Francis O'Connell Maggs con su Cooper T60 sobrevivía a la debacle consiguiendo ser segundo, aunque a una vuelta del vencedor. Este fue el mejor resultado en su trayectoria en la Fórmula 1, y curiosamente un año más tarde, también en el Gran Premio francés repetiría resultado con un Cooper T66.
El piloto norteamericano Paul Richard Ginther fue tercero al cruzar la línea de meta sujetando el cable del acelerador de su BRM P57 oficial con la mano, tras romperse este en el tramo final de la carrera.
... y con tres vueltas de retraso se clasificó el neozelandés Bruce McLaren cuarto lo que le permitía de alguna forma minimizar los daños sufridos.