II° Gran Premio di San Marino

Didier Pironi by Muneta & Cerracín

En aquel agridulce domingo asistimos a una gran lucha entre los dos Ferrari y el Renault de Rene Arnoux, hasta que a dieciséis vueltas del final el turbo del propulsor del piloto galo del rombo dejó de funcionar.

A partir de ese momento lo que culminaría como una feliz jornada para la Scuderia con el uno-dos de sus monoplazas en su Gran Premio doméstico, se convirtió en el principio del fin, ya que tras quedarse solos como líderes, los de Maranello ordenaron a sus pilotos que se mantuvieran en sus posiciones, lo que otorgaría la primera posición al canadiense y el segundo puesto a Didier.

Didier Pironi by Muneta & Cerracín

No obstante, inesperadamente en la ultima vuelta el galo superó a su compañero, obteniendo de esta forma su primera victoria con la Scuderia, llevando a Gilles a sentirse traicionado tanto por su escudería como por su compañero.

El galo Didier Joseph-Louis Pironi piloto de la Scuderia Ferrari SpA SEFAC con su Ferrari 126C2 - Ferrari 021 V6 fue el vencedor del II° Gran Premio di San Marino de Fórmula 1 de 1982, el soleado domingo 25 de abril de 1982 en el trazado del Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari, circuito permanente de Imola (60 vueltas x 5,04 kms = 302,40 kilómetros), tras partir desde la cuarta plaza de la parrilla de salida, a la zaga de los pilotos de Renault Rene Arnoux y Alain Prost, y de su compañero en Ferrari el canadiense Gilles Villeneuve.

Didier Pironi by Muneta & Cerracín

Una exigua parrilla en la que no se alinearon los McLaren de Watson y Lauda, los Lotus de Mansell y De Angelis, los Bradham de Piquet y Patrese, los Williams de Andretti y Rosberg, ..., como consecuencia del boicot protagonizado por la FOCA. los Tyrrell, sujetos al contrato de su patrocinador Candy, y Alboreto, presionado por la Ceramica... Imola.

Undécima pole position de su compatriota René Arnoux, vigésima pole position del Equipe Renault Elf como constructor y vigésima de Renault como motorista, al haber rodado en 1 minuto 29 segundos 77 centésimas, a un promedio de 202,13 kmh.

El piloto galo Jean Pierre Jarier finalizó en una mas que discreta cuarta posición con su Osella FA1D - Ford Cosworth V8 de la Osella Squadra Corse tras partir desde la novena plaza de la parrilla de salida.

Didier Pironi by Muneta & Cerracín

El autor de la vuelta rápida fue el francés Didier Pironi con su Ferrari al haber rodado en 1 minuto 35 segundos 4 centésimas, en el transcurso del 44º giro, a un promedio de 190,92 kmh, cuando trataba de dar caza al Renault de su compatriota Rene Arnoux.

Tras una serie de malentendidos, intencionados o no de Didier, finalmente su compañero Gilles Villeneuve hubo de conformarse con el segundo escalón del pódium.

Pero sin duda, ambos forjaron en este día la que finalmente sería una tragedia que terminaría por afectar a ambos combativos pilotos.

En la 60ª y última vuelta, en Tamburello, Pironi se encontraba a la estela de Villeneuve, pero salió por el exterior. En la gran curva se deslizó en un tobogán virtual, cortando la trayectoria de su compañero por lo que llega así primero a Tosa sorprendiéndole. 

Gilles Villeneuve en San Marino 1982

En esos momentos Villeneuve debe admitir la derrota.

Así Didier gana este legendario Gran Premio, el segundo de su carrera, dejando a Villeneuve segundo.

Alboreto finaliza tercero obteniendo así su primer pódium en Fórmula 1. Otro irreductible galo, Jean Pierre Jarier, finaliza cuarto otorgando los primeros puntos a la escudería Osella.

Los ATS de Eliseo Salazar y Manfred Winkelhock son respectivamente quinto y sexto, a ocho vueltas del ganador, mientras que el modesto Fabi no alcanza a clasificarse.

Posteriormente Manfred Winkelhock es descalificado por ser el peso de su ATS no conforme al vigente reglamento, presumiblemente porque el pesaje se lleva a cabo después de que perdiera parte de su carrocería.

Por lo tanto, solo hay cinco monoplazas clasificados al final de este tumultuoso Gran Premio.

Como dijimos el tercer escalón del pódium fue a parar a manos del milanés Michele Alboreto con su Tyrrell - Ford Cosworth, desconcertado espectador de un día de gloria y lagrimas para la Scuderia Ferrari, ya que aquí se perdió un Mundial y otras cosas con mayor trascendencia para los hombres de Maranello.

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